Para
identificar los puntos de encuentro y las diferencias entre los
enfoques marxista, estructural-funcionalista, comprensivo y critico, es
necesario introducirnos en el contexto de finales del siglo XIX y de
principios del XX. Este escenario es el mismo que determina las ideas de
Marx, Durkheim y Weber, y que se caracteriza por ser un momento de
profundos cambios sociales y económicos que afectaron la sociedad
moderna en su totalidad.
Así,
este largo periodo conocido como el de las grandes revoluciones
burguesas, que se extiende desde la segunda mitad del siglo XIX hasta el
estallido de la Primera Guerra Mundial (1914) y el surguimiento de los
totalitarismos, expresa una época de transformaciones, tensiones
y crisis en todos los campos de la vida social europea. Anteriormente
sucedieron dos grandes procesos que marcaron esta etapa: en el marco
político, se produjo la Revolución Francesa; y en el marco económico,
Inglaterra experimentaba cambios profundos al interior de su sociedad,
producto del desarrollo industrial y la expansión del capitalismo. Acontecimientos
como estos produjeron diferentes teorías sociales, que permiten
describir el panorama y analizarlo para conocer los efectos del
acelerado desarrollo de los medios de producción en los individuos y su
medio ambiente.